Shoshin
El estado de Shoshin es el del espíritu del principiante. Es un estado de alerta que permanece siempre plenamente consciente y preparado para ver cosas por primera vez. La actitud de shoshin es esencial para un aprendizaje continuado. O’Sensei decía “No esperéis que yo os enseñe. Debéis robarme las técnicas vosotros mismos”. El estudiante debe jugar un papel activo en cada entrenamiento, empleando una actitud shoshin, para poder robar la lección del día.
Zanshin
El espíritu de zanshin es el estado de espíritu alerta. Se describe a menudo como un estado sostenido y enaltecido de alerta. Sin embargo, el verdadero zanshin es un estado de concentración antes, durante y tras la ejecución de una técnica, donde se conserva una conexión entre tori y uke. Zanshin es el estado de la mente que nos permite estar conectados, no sólo a un atacante, sino a múltiples atacantes e incluso a un contexto: un espacio, un tiempo, un evento…
Mushin
El término original es “mushin no shin”, cuyo significado es “el espíritu de la no-mente”. Es un estado de la mente en el que no existe el miedo, la rabia o la ansiedad. A menudo se define mushin con la frase “mizu no kokoro”, que significa “mente como el agua”. Esta frase es una metáfora que describe la laguna que refleja lo que la rodea con calma, pero cuyas imágenes se desdibujan cuando un simple guijarro cae a sus aguas.
Fudoshin
El estado de fudoshin se caracteriza por una mente inalterable y un espíritu inquebrantable. Es coraje y estabilidad, manifestados mental y físicamente. En lugar de indicar rigidez e inflexibilidad, fudoshin describe una condición que no es fácilmente alterada por pensamientos internos o fuerzas externas. Es capaz de recibir un fuerte ataque manteniendo la compostura y el equilibrio. Recibe y cede ligeramente, con las raíces bien plantadas, y refleja la agresión de vuelta a su origen.
Senshin
Senshin es el espíritu que trasciende los cuatro primeros estados de la mente. Es un espíritu que protege y armoniza el Universo. Senshin es un espíritu de compasión que abarca y sirve a toda la humanidad, y cuya función es reconciliar la discordia en el mundo.
Conseguir el senshin es esencialmente equivalente a la iluminación, y puede muy bien exceder el ámbito de la práctica diaria. Sin embargo, los cuatro primeros espíritus probablemente pueden ser obtenidos por el practicante serio a través de la alerta y el entrenamiento sincero. Obtener estos estados de la mente pueden beneficiar al estudiante de innumerables formas.
Shoshin puede liberar al estudiante de un frustrante proceso de aprendizaje, dándole la capacidad de discernir lo que no era capaz de ver con anterioridad. Zanshin puede elevar la percepción total del estudiante, mejorando la práctica de su randori. Mushin puede liberar la ansiedad del estudiante sometido a presión, mejorando su rendimiento en los exámenes. Fudoshin puede proporcionar la confianza para mantener la posición bajo ataques físicos desproporcionados. El budoka serio debe siempre encontrar formas de incorporar estos espíritus en su entrenamiento diario.
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