lunes, 28 de julio de 2014

UNA HISTORIA CINEMATOGRAFICA.-

En 1972, el sensei K. Suhara, un maestro de shugendo de 82 años, con dos hijas, decidió buscar un discípulo para que lo sucediera en el ejercicio de esta práctica. 

Según los expertos en magia antigua que consultó debía encontrar su sucesor en América latina. Lo encontró en Buenos Aires: era Luis Falcone, que tenía 8 años. "No viví mi adolescencia como cualquier muchacho, porque mientras mis amigos se divertían yo practicaba shugendo intensamente. El entrenamiento sigue a mis 41 y tengo todavía mucho por aprender. 

En mis viajes anuales a Japón veo grandes maestros de más de 80 que son corregidos por otros más ancianos aún", cuenta Luis Falcone, tercer dan, que acaba de publicar su libro Kyudo zen, memorias del Japón, donde cuenta sus experiencias como discípulo y maestro. 

Falcone preside, además, la Escuela Sudamericana de Kyudo Zen.

FEDERICO DINATALE KYOSHI


0 comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.