martes, 11 de agosto de 2015

Pensamiento sobre REIKI.-

Hemos observado, que existen malas interpretaciones en lo que se refiere a la tradición espiritual y la filosofía japonesa en las antiguas tradiciones.

Comprendemos, que hay dos vías para entender lo que hoy se denomina REIKI; una eclética, occidentalizada y "policultural", influenciada por un sin fin de técnicas, de origen algunas desconocido, y otras sintetizadas culturalmente, de otras religiones y filosofías espirituales, algunas incompatibles, según su cuerpo filosófico-religioso.

Por otro lado el REIKI ancestral; genuinamente japonés, influenciado por el Shinto, en las tradiciones del KOJIKI, el Kongokai (budismo esotérico), y algunas reminiscencias taoístas chinas.

La naturaleza para el japonés es su auténtica madre dotada de toda hermosura, vitalidad y potencia. Ella lo engendra, amamanta y conserva, también ella recibirá sus restos.

Como consecuencia de este encuentro e identificación con la naturaleza, el japonés experimenta una profunda tranquilidad de espíritu. Todo el estrés acumulado de nuestra vida agitada, la soledad existencial, las tensiones aceleradas, las angustias y preocupaciones de la incertidumbre que rodea nuestra efímera existencia, los desengaños e irritaciones originados casi continuamente en nuestras relaciones humanas, todo el cielo tormentoso y turbulento que parece a veces engullirnos
y asfixiarnos como por la fuerza de un tifón tsunami… de repente todo escampa, se aclara, se serena, se calma.

No canaliza, siente a través del corazón; porque para el japonés no existe el alma, y sí el espíritu; SHIN.

Shin no canaliza la energía, porque ella está en él.

El KI, da vida a SHIN, porque Shin es nuestro lado KAMI, inmortal, que nos une a todas las fuentes de la vida.

Sus energías casi exhaustas y dispersas vuelven a su centro (HARA, dónde se deposita el KI), y se reintegran concentradas.

En ese momento una reconfortante seguridad inunda de nuevo el espíritu de alegría, fuerza y esperanza del practicante de REIKI. Queremos vivir, y con toda plenitud.

Para el japonés tradicional, anterior en filosofía a la Era Meiji, no existe el concepto judeo-cristiano de Dios, ni de ángeles, ni demonios. No existe la canalización como tal, solamente en casos muy especiales, conocidas como TAKEMUSHU AIKI, o KAMI WAZA, es más el propio USUI, declaró haber tenido un instante de SATORI, "de iluminación", no de canalización.

JOSE M. MOSQUERA

0 comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.