lunes, 25 de noviembre de 2013

DOJO.-




TENGU IZAGAMI NO MIKOTO DOJO

En la tradición de nuestro KORYU, Karassu  Tengu enseña los KAMI WAZA, a los maestros que a través de la práctica de MIKKYO se acercan a él.

Mi enseñanza, mi Dojo lleva su nombre, así como el del dios IZAGAMI NO MIKOTO.




Izanagi (イザナギ? registrado en el Kojiki como 伊弉諾, y en el Nihonshoki como 伊邪那岐; también escrito como 伊弉諾尊) es una deidad nacida de las siete generaciones divinas en la mitología japonesa y en el sintoísmo, es también referido en el Kojiki como "el hombre que invita" o Izanagi-no-mikoto.


Él y su esposa Izanami crearon muchas islas, deidades y antepasados de Japón. Cuando Izanami murió dando a luz, Izanagi intentó (pero falló) rescatarla del Yomi (el inframundo). En el rito de limpieza posterior a su regreso, él engendró a Amaterasu (la diosa del Sol) de su ojo izquierdo, Tsukuyomi (el dios de la Luna) de su ojo derecho, y Susanoo (el dios de las tormentas y tempestades) de su nariz.


La historia de Izanagi e Izanami tiene parecido con el mito griego de Orfeo y Eurídice. Pero hay también grandes diferencias. Cuando Izanagi mira antes de tiempo a su esposa, él contempla su monstruoso e infernal estado y ella se avergüenza y enfurece, por lo que le persigue para matarle. En esto se asemeja en cierto modo al mito de Cupido y Psique, aunque al contrario (Psique teme que Cupido fuera un monstruo, pero descubre en su lugar a un hermoso joven). Izanami falla, pero promete matar a mil personas cada día. Izanagi replica que mil quinientas personas nacerán cada día.


Tengu. Los genios de las Artes Marciales

Cerca de Kyoto se encuentra, tal como anuncian las guías turísticas, la morada de dioses y demonios, el monte Kurama, de donde han surgido superhéroes.

El monte Kurama es una zona agreste con bosques densos y sombríos. Visitar este monte, y el templo Kurama Dera entraña, para los practicantes de artes marciales, un simbolismo ceremonial, puesto que según la mitología fue en la cumbre de este monte el lugar que escogió el destino para que los Tengu descendieran desde las estrellas.

Pero ¿Quienes son los Tengu? 

Los Tengu son míticos seres que habitan en los árboles, generalmente pinos y cedros, de las zonas montañosas. Algunas fuentes opinan que los Tengu son descendientes de Susano Wo no Mikoto, el dios de la tormenta hermano de Amaterasu, la diosa Sol.

Fundadores de escuelas de sable y de Jujutsu reivindican el origen divino de las técnicas marciales de su Ryu, como ya ha quedado patente en el caso de la escuela Sakura Shin Ryu. Pero según diferentes relatos también los Tengu fueron el elemento provocador para captar dichas técnicas.

Estos seres están clasificados en el panteón de las divinidades menores y son respetados y temidos. Se diferencian dos tipos de Tengu: O Tengu y Karasu Tengu.

Tengu:


Karasu Tengu

Karasu Tengu: Tengu cuervo - SIMBOLO DEL KAMON DEL DOJO - Son más pequeños que los anteriores, con cabeza de cuervo y con pies y manos en forma de garra. También alados. Entre otras funciones son los encargados de repartir los mensajes de sus jefes, los O Tengu, por esta razón también son denominados Koppa Tengu (Tengu de reparto).

Observando los relatos legendarios de diferentes crónicas japonesas, puede deducirse que hay dos funciones encomendadas a los Tengu en relación a los guerreros y a las armas:

La de salvar.

La de iniciar.

Los Tengu salvan a los Bushi de catástrofes, los protegen en los combates o los ayudan a encontrar soluciones a sus problemas estratégicos. Por ejemplo salvaron a Minamoto no Tametomo de un naufragio provocado por el ataque de un gigantesco pez, se decantan en el combate entre Benkei y Yoshitsune a favor de este último ayudándolo, etc.

En el apartado de iniciación y transmisión de las artes marciales pueden encontrarse ejemplos en los escritos técnicos de la escuela Yagyu Shintage Ryu, en los cuales se encuentran dibujos que representan Tengu demostrando técnicas de sable y en otras escuelas tienen representaciones de Tengu demostrando técnicas de Aiki jujutsu y Taijutsu. Pero el ejemplo más conocido es el mítico episodio del héroe Minamoto no Yoshitsune.

Para centrar el relato de la vida de Minamoto no Yoshitsune tiene que localizarse el templo budista Kurama Dera, situado en el monte Kurama, cerca de Kyoto.

 Como ya he indicado anteriormente en este texto, los Tengu descendieron de las estrellas sobre la cima del monte Kurama. Estos seres divinos, dice la leyenda, se movían en esta montaña impetuosamente por los frondosos bosques de pinos y de bambú. Sus gritos rompían el enigmático silencio de las montañas. El joven Yoshitsune entró en el templo de la montaña Kurama para formarse en la doctrina y filosofía budista. Pero su natural espíritu guerrero le hizo no prestar atención a estas prácticas y por las noches se escapaba del templo hasta llegar al recóndito núcleo del monte Kurama, en el valle Sojo Gatani, donde el bosque es salvaje y sombrío, incluso en las horas de más sol. Estas escapadas las aprovechaba para ejercitarse físicamente y en la práctica individual de las artes marciales. En este lugar encontró un grupo de Tengu que le iniciaron en los secretos de las técnicas más efectivas de las artes marciales, en el manejo del sable, del Naginata, del Tessen y primordialmente en el arte de la estrategia.

A parte de ser descendientes de Susa no Wo no Mikoto, cuentan otras versiones que los Tengu son reencarnaciones de guerreros muertos en combate, que por sus conocimientos en la ciencia de las artes marciales han accedido al rango de Tengu, aunque otros argumentan que son reencarnaciones de aquellos que tuvieron espíritus arrogantes y rencorosos, de los orgullosos, generalmente monjes, o de los que murieron en combate.

 No deben confundirse los Tengu con los Shura, también reencarnaciones de guerreros muertos en combate, espíritus introducidos en las leyendas mitológicas japonesas por el budismo. Los Shura viven en el cielo, lugar en el cual se reúnen para combatir entre sí, divididos en grupos antagonistas. Tiene el aspecto de los guerreros, bajo una apariencia espectral. Profieren gritos como truenos y son responsables de oscurecer el sol y la luna. Simbolizan el espíritu del odio y la venganza. Los Tengu están encargados de los mensajes divinos y cuentan las leyendas que su aspecto demoníaco puede ser observado únicamente por las personas malignas. Los Tengu son los mejores intermediarios entre los dioses inmortales y las personas. En relación a los Bushi existe la referencia de que cada guerrero tenía asignado un Tengu, con el papel de ser su consejero secreto, ofreciendo intuición más que razonamiento. El Tengu simboliza una iluminación interior.


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