lunes, 25 de noviembre de 2013

Sistema esotérico.-



En primer lugar, podríamos definir el Vajrayana como el sistema esotérico budista que aparece en los tantras, que involucra deidades, cakras y yogas, por contraposición a los Sutras que forman la enseñanza exotérica budista. Esa definición es útil como una definición general, pero si nos adentramos en los textos, vamos a encontrar que no es totalmente correcta.

Textos como el Mahavairocana Abhisambodhi Sutra son, básicamente, tantras que explican como armar el mandala de la deidad Vairocana, junto a sus mantras y sus actividades. Por otro lado, hay tantras que son básicamente exposiciones filosóficas, lo cual en general se entiende como una práctica sútrica. Entonces ¿cómo podemos hacer para saber si una práctica es esotérica o exotérica? Hay dos formas de saberlo: una es textual y otra contextual.

La textual tiene que ver con el contenido de la práctica. Si la práctica incluye:

Generaciones de uno como la deidad

Mantras y mantras de acción (no dharanis generales)
Cakras
Mandalas
Disoluciones y generaciones
Ofrendas
Yogas corporales

Es una práctica esotérica. De esta forma, podemos tener prácticas que involucran deidades (en las cuales se les canta elogios o aún Dharanis) sin necesariamente estar practicando en un nivel esotérico. Un ejemplo son los elogios a Tara: no es necesario haber recibido una iniciación para cantarlos y se visualiza a Tara como un objeto externo. Otro ejemplo son los sutras de Sukhavati, donde se visualiza esa tierra pura y se canta el Dharani que lleva al renacimiento en ella. Todos estos son ejemplos de prácticas sútricas. Pueden ser muy útiles y son el paso previo para practicar el Tantra.

Pero esta primera clasificación es menos absoluta que la contextual: para que exista un Vajrayana, tiene que haber tres componentes básicos: un guru, una iniciación recibida por el guru y una serie de votos a cumplir que el guru transmite. Sin estos tres componentes, aunque cantemos mantras y estemos haciendo yogas corporales no estamos en una práctica tántrica. De la misma forma, podemos pintar todos los mandalas que queramos, pero no es parte de un sistema esotérico.

Personalmente, creo que el Vajrayana se beneficia por mantener los dos niveles separados. El nivel esotérico es mucho mas complejo y requiere una supervisión, para no causar problemas en el practicante. El nivel exotérico es mucho mas libre y tiene mas espacio para la interpretación y la devoción, lo cual muchas veces lo hace mas útil, especialmente para las personas que comienzan. Y ambos dos niveles tienen su momento y su lugar: de la misma forma que una puja esotérica no tiene sentido si todos no han practicado y recibido las iniciaciones correspondientes, a veces un ritual exotérico permite incorporar a mas gente y tener un mayor grado devocional, dado que la experiencia no se encuentra tan mediada por la técnica.

Lo importante, creo, es tener en claro el nivel en que estamos practicando y trabajar con las herramientas adecuadas. De la misma forma que no desatornillamos con un martillo ni clavamos con un destornillador, la claridad en la práctica solo nos traerá beneficios.

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