viernes, 6 de marzo de 2015

Es curioso.-

Es curioso; observo al tratar a algunos pacientes, que llegan con síntomas de falta de salud, buscando un tratamiento y aún así, intentan que predomine su pensamiento, sobre el del médico que le trata.

El médico, intenta con el conocimiento que le ha dado el estudio, y como no la experiencia de la práctica;  poder  aliviar, y curar, enseñando las técnicas y energías, basadas en el PRINCIPO de SAN MITSU, a fin de poder obtener un equilibrio entre MENTE – CUERPO – ESPÍRITU.

No todo es New Age, y cierto es que algunas técnicas, sobre todo si el dolor es fuerte, pueden provocar mucha incomodidad, pero creerme; son necesarias

La medicina tradicional oriental  ha evolucionado desde el origen de de los tiempos y se ha perfeccionado a lo largo de la historia.
Desarrollada en China hace miles de años, fue expandiéndose por toda Asia, dando origen a otras disciplinas; hijas, como no, del Imperio del Cielo, y hoy tiene una creciente vitalidad.

El gran interés que se ha generado en la actualidad, se ve apoyado por los nuevos conocimientos en el campo de la neurofísica, que permiten comprender el mecanismo de la acción acupuntural.

Por otra parte la creciente búsqueda de terapias con menos efectos secundarios, han dado un reconocimiento que cada vez valida más a la medicina tradicional oriental.

Es una práctica terapéutica cuyo objetivo es el de armonizar el organismo humano y éste con el Universo, basada en la estructura energética del cuerpo humano, conformada por canales o “meridianos” por donde circula la energía (KI), y “puntos” por los cuales se puede incidir en ella para su regulación, permitiendo así el mantenimiento o restablecimiento de la salud.

Considera al individuo como un todo compuesto por su ser psíquico, emocional y físico, que se interrelaciona permanentemente. Define a una persona en salud, como alguien que tiene el Yin y el Yang equilibrados y la sangre y el Qi o energía vital, tranquilos.

Visualiza la enfermedad como un fenómeno relativo al desequilibrio entre el Yin y el Yang y a la pérdida de la tranquilidad de la sangre y del Ki.

El tratamiento es entonces un conjunto de medidas para recuperar el equilibrio Yin/Yang y la tranquilidad de la sangre y el Ki en el organismo. Se realiza mediante la regulación del flujo de las energías a través de los canales y los órganos, la remoción de los bloqueos energéticos, el fortalecimiento del Ki, o energía vital del cuerpo y la reducción de su exceso.

Tradicionalmente se ejercía primordialmente en forma preventiva. Las familias tenían su médico, que conociendo a varias generaciones de sus miembros, podía manejar sus debilidades y fortalezas.

El médico al conocer su paciente, lo podía “mantener en salud” mediante la armonización de sus energías cuando era necesario. Recibía un sueldo permanente, que se suspendía cuando la persona se enfermaba, reanudándose al restablecerse su salud.
La medicina tradicional oriental abarca cuatro formas terapéuticas:

La acupuntura o uso terapéutico de agujas y la moxibustión o uso terapéutico del calor, producido por la brasa de la combustión de hierbas medicinales, o moxa.
Los masajes terapéuticos.
La ingestión o aplicación de hierbas medicinales.
Los diferentes  ejercicios para el manejo y armonización de la energía vital.

La medicina tradicional china se fue desarrollando y perfeccionando a lo largo de la historia del hombre. Se difundió desde China hacia otros países cercanos como Corea y Japón en el siglo VI y a finales del siglo XVII llegó a Europa, pero es en el siglo XX que se desarrolló más ampliamente su uso, para luego difundirse hacia América.

Desde la segunda mitad del siglo XX en China se ha generado un mayor desarrollo e investigación, dando como resultado nuevas técnicas terapéuticas, como por ejemplo la anestesia acupuntural. Además de ello se ha abierto la enseñanza de la medicina tradicional china a estudiantes extranjeros, produciendo su mayor desarrollo e incorporación en el resto del mundo.

La medicina tradicional china es el resultado de un largo proceso histórico desde los primeros tiempos del hombre. La acupuntura se desarrolló desde la edad de Piedra, en que se usaban agujas de piedra, luego en la edad de Bronce y de Hierro en que se fabricaron agujas metálicas, creando mejores condiciones para un mayor desarrollo de la acupuntura. La moxibustión tuvo su origen luego que el hombre manejó el fuego.

Con miles de años de experimentación se fueron asentando conocimientos en China, desde hace más de 4.500 años. Luego con el desarrollo de la escritura se fueron registrando, dando origen a textos que no sólo son válidos hasta nuestros días, sino que son la base de todo el desarrollo posterior.

Entre el siglo 500 a 300 AC, aparece la obra clásica más antigua, el Huangdi Neijing o canon de la medicina china. Compuesto por dos documentos el Lingshu y el Suwen. Describe las teorías de la medicina tradicional china, sus fundamentos, formas de diagnóstico y métodos terapéuticos.

Luego le siguieron numerosos tratados de complicación de acupuntura y moxibustión. Entre los más importantes se destacan:

El Zhenjiu Jiayijin compilado por Huangfu Mi, de la Dinastía Jin, en el año 265 DC, con el que se sentaron las bases que hicieron que la acupuntura y moxibustión se desarrollara como una disciplina formal de la medicina tradicional china.

El Tonaren Shuxue Zhejiu Tujing, compilado por Wang Weiyi, de la Dinastía Song en el año 1026. Constituye un manual de los puntos de acupuntura y moxibustión. En 1027 lo complementó con la construcción de una figura de bronce hueca, perforada con puntos de acupuntura. Esto constituyó un gran avance para el estudio y desarrollo de la acupuntura.

El Zhenjiu Zishengjing, recopilado por Wang Zhizhong, de la Dinastía Song en 1220. Es una recopilación de los conocimientos de la época, combinados con sus propias experiencias clínicas.

El Shisijing Fahui, escrito por Hua Boren de la Dinastía Yuan. Describe los catorce canales, describe su trayecto y sus puntos de acupuntura, constituyéndose en un tratado importante de consulta sobre la teoría de los canales.

El Zhenjiu Dacheng, Compilado por Yang Jizhou de la Dinastía Ming, en el año 1601. Contiene, además de los conocimientos desarrollados hasta esa época, los secretos terapéuticos recibidos de sus antecesores, lo que hace de éste texto una obra de estudio y consulta obligada hasta nuestros días.

JOSE M. MOSQUERA
DIRECTOR INT. EDUCACIÓN UNMA
COMISIONADO UNMA ARTES MARCIALES JAPONESAS


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