La parte más etérea de todo. Es el espíritu guerrero, el ansia de hacer las cosas mejor, el gusto por el esfuerzo. Para mi gusto es lo que diferencia a muchos practicantes en el día a día. Al ver un entrenamiento cualquiera se puede ver aquellos que lo tienen y aquellos que no… aquellos que aprovechan la ley del mínimo esfuerzo y aquellos que parece que ese entrenamiento va a ser el último…
Si te das cuenta de que no le pones empeño, que no te motiva lo que haces, plantéate cambiar de actividad; de verdad, es lo mejor que podrás hacer, por ti y por el grupo.
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