Después de instalarse en una pequeña casa cerca del santuario principal (Morihei había pedido poco antes de marchar, el suministro de arroz para tres años, como una especie de seguro), Morihei ayudó en muchos de los proyectos de la granja y de la construcción que en aquellos momentos se llevaba a cabo, también participaba en los diversos servicios de oraciones, sesiones de meditación, ayunos especiales y ceremonias de purificación.
O SENSEI EN AYABE
Se sumergió en el estudio de las doctrinas de la Omoto-Kyo, como Onisaburo le enseñó que el arte es la madre de la religión, se dedicó a la caligrafía y a la composición poética.
La Omoto-Kyo concebía la agricultura como la base del nuevo orden mundial e insistía en los métodos naturales de cultivo.
No se cuidaban animales en Ayabe, y como el uso de estiércol no era adecuado para los vegetales dedicados a los santuarios, los agricultores de la Omoto-Kyo desarrollaron un sistema muy refinado de compost. A lo largo de su vida a Morihei le gustó la agricultura con pasión.
EN EL PRIMER DOJO EN AYABE
Con la abolición del feudalismo, muchos de los antiguos samurai redescubrieron la afinidad entre el budo y la agricultura, eran dos disciplinas que promovían una vida sana con elevados pensamientos.
Morihei tenía herramientas muy pesadas forjadas por el mismo y utilizaba el azadón con la misma concentración y extensión que su espada. Era el encargado del compost, se levantaba cada día a las tres de la madrugada para recoger material de desecho de diversas zonas.
ACADEMIA UESHIBA, EL PRIMER DOJO DE O SENSEI,
EN LA FOTOGRAFÍA, A LA IZQUIERDA DE DEGUCHI
Cuando se creó una brigada contra el fuego de la Omoto-Kyo, el dirigió las clases de entrenamiento, que incluían técnicas básicas de artes marciales. Entonces Onisaburo le pidió que enseñase budo a los demás creyentes de la Omoto-Kyo, en parte para formales un carácter y en parte para tener un cuerpo de guardaespaldas.
Se remodeló un edificio para crear la "Academia Ueshiba", el primer dojo de Morihei.
El jefe actual de la Omoto-Kyo, la hija de Onisaburo, Nahoi, fue una de las primeras alumnas de Morihei. "No concedía ningún tipo de concesión a las mujeres" recordaba, y "trataba a hombres y mujeres como iguales durante la práctica. Era duro para nosotras, pero nos gustaba que no nos hiciesen sentir inferiores a causa de nuestro sexo."
Mientras Morihei enseñaba sobre todo autodefensa práctica a sus alumnos, continuaba su búsqueda de conocimientos de la espada y la lanza.
UESHIBA JUKU, PRIMER DOJO DE O SENSEI
El estreno de la primera sala de entrenamiento de Morihei fue el único hecho feliz de su primer año en Ayabe.
En el periodo de tres semanas, los dos hijos de Morihei, de tres y de un año, murieron por enfermedades (el único hijo de Morihei, Kisshomaru, nació un año después de la muerte de sus otros dos hermanos); el once de Febrero de 1921, Ayabe se conmovió por el primer incidente de la Omoto-Kyo. Durante unos cuantos años, el gobierno había estado vigilando las actividades de la Omoto-Kyo con fundadas sospechas.
Los súper fanáticos seguidores de la Omoto-Kyo hacían correr el rumor de que Nao había profetizado que habría una guerra entre el Japón y el resto del mundo muy pronto; que el Japón, desaparecería en su estado presente, que surgiría un nuevo orden; y que el auténtico emperador del Japón no era el enfermizo Tisho que ocupaba el trono en Tokyo, sino el dinámico líder espiritual que viva en Ayabe: Onisaburo era el destinado a instaurar un reino universal de paz y amor.
Espías del gobierno y miembros renegados de la Omoto-Kyo iban archivando informes sensacionalistas: la tumba real de Nao estaba construida a la manera reservada de los emperadores y emperatrices; la residencia de Onisaburo era una copia de la del palacio real; los seguidores de la Omoto-Kyo tenían almacenadas armas, explosivos, comida y dinero en Ayabe y ondeaban una enorme "bandera imperial" donde agruparse cuando se iniciara la revolución; cuevas secretas en la central estaban llenas de esclavos del sexo y los cuerpos muertos que habían osado enfrentarse a Onisaburo y a los suyos. (ESTO SE SUENA Y MUCHO).
Alarmadas, las autoridades ordenaron a la policía arrasar la central de la Omoto-Kyo y algunos de sus principales ayudantes fueron arrestados; al no encontrarse armas o cuerpos como se suponía, el gobierno se vio obligado a reducir los cargos contra Onisaburo a lesa a su majestad y violación del Acta del control de diarios.
Onisaburo fue encarcelado unos meses y después se le dejó en libertad bajo fianza; se le encontró culpable de lesa a su majestad con una condena de cinco años, la cual apeló inmediatamente, quedando en libertad bajo fianza.
Aun así el gobierno ordenó que los edificios principales de la Omoto-Kyo fueran destruidos...
CONTINUARÁ.-
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