El templo (honsha) se compone de tres secciones, una detrás de otra, a veces juntas, a veces separadas: la sala de oración para los fieles (haiden), la sala de ofrendas para el clero (heiden), y el lugar reservado donde reside el Kami (honden).
Existen otras salas en el recinto sagrado para las representaciones de danzas sacras (el kagesra-den), para la purificación de los fieles (harae-do) y de los sacerdotes (saikan).
Las tiras de papel de color (gohei) son ofrendas al Kami y significan que el dios está en su templo. Este espíritu reside en el honden, donde sólo puede entrar el jefe de los sacerdotes; sus puertas están cerradas habitualmente.
El Kami reside en un objeto (mitama-shiro) : espada, espejo, estatuas, cuadros, piedra, que se conserva cuidadosamente.
Durante la II Guerra mundial y cuando los esfuerzos americanos intentaban destruir sistemáticamente los santuarios del s. como símbolos de la resistencia nacional, los mitama-shiro fueron escondidos en grutas, a menudo detrás del hondea del templo, para que el culto siguiese. Cuando antiguamente el enemigo amenazaba con cogerlos, también se les quemaba y las cenizas se echaban al mar. A veces, el mitama-shiro es un objeto natural, una montaña, una cascada, una roca, un árbol. Los sacerdotes tienen que llevar una tela blanca sobre la boca para no manchar el objeto sagrado cuando están frente a él.
Desde febrero de 1946 existe la Asociación nacional de los templos shintó, el Jinja-honchó, que tiene su sede en Tokio, y una sección en cada prefectura del país. En las estadísticas del año 1947 tenía bajo su control alrededor de 80.000 templos; trabaja en colaboración con la universidad del s., Kokugakuim. Cada templo tiene un grado (shin-kai) dentro de una jerarquía general, que corresponde también a la de los Kami y que puede modificar el emperador como jefe espiritual y supremo del sintoísmo.
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