domingo, 20 de abril de 2014

Kuniyoshi, Kidomaru

El célebre grabado de Kuniyoshi, Kidomaru aprendiendo magia con los Tengu, representa a un asceta sentado en la posición del loto sobre una serpiente, rodeado de los picos amenazantes de halcones y águilas. 

Sus manos forman el célebre mudra del buda Amithaba -Señor de la Luz Inconmensurable- y en su boca, unas ramas -de criptomeria- envueltas y asidas férreamente por sus terribles dientes, parecen contener el esfuerzo sobrehumano que realiza su cuerpo azotado por el viento de las montañas. 

La cabeza de la gigantesca serpiente cuyos ojos inyectados de sangre miran con el mismo gesto amenazador del asceta, está atravesada por el sable de Fudo Myo; la célebre espada con mango de Yawara (representa el domino del KALACHAKRA, o KURIKARA) . 

Así, este grabado representa todos los poderes del Budismo Esotérico en estrecha asociación con los Tengu.

Esto diablos, parecen haber sido, usualmente, el sujeto de una enseñanza por ejemplo negativo según el tradicional método chino. Los pájaros fueron considerados habitualmente, enemigos del Budismo y de su animal tutelar, la serpiente. Esto es comprensible, porque en el mundo animal, el pájaro -y en particular el águila y el halcón-, son los más terribles enemigos de la serpiente que no puede utilizar contra ellos sus poderes mentales y cae fácilmente presa de sus garras.


0 comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.