sábado, 16 de noviembre de 2013

Sakura.-



Un pétalo de la flor del almendro se desprendió y suavemente fue cayendo en un movimiento de vaivén hasta depositarse sobre el suelo.

A ese pétalo le sucedieron otros y al mirar al mi alrededor me sorprendió grátamente la mágica lluvia de pétalos que poco a poco iba tornando de color rosa el verde césped. Fue como si las hadas celebraran la llegada de la vida y el final del frío y lánguido invierno.

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